domingo, 22 de febrero de 2009

Somos así.

Mi madre siempre me ha dicho "No te cases nunca", y creo que estoy a punto de descubrir que tiene razón sin necesidad de hacerlo.
He leído muchos artículos, muchos estudios y libros acerca del amor. Todos lo sistematizan, lo hacen ser una ciencia. Y tienen razón, pero la gente prefiere seguir viviendo en el amor cortés y en las películas de Disney. Y cuando digo "gente", digo mayormente las mujeres.
Porque -sin rencores, chicos- a los tíos les vale con alguien que les haga la comida y les tenga entretenidos por las noches (y no jugando al parchís).
Si es que hasta ahí llegan las diferencias entre los sexos. A nosotras nos gusta que un tío nos diga "cosas bonitas", nos saque a cenar, nos invite la cine y te pregunte qué tal te ha ido el día.
A los tíos les tienes contentos con una mamada y con que no le digas "llámame", porque así no tiene que estar media hora pensando una excusa para no volverte a ver.
Y es que es así. Las tías, para estar contentas, tendríamos que salir con otra tía. Y los tíos, para estar contentos...bueno, tú enciéndeles la tele que tienen para rato.
Y es que el amor, es como Dios, muchos creen que existe, pero nadie le ha conseguido ver.
La verdad es que somos una panda de fracasados. Siempre esperamos que el otro "de por sentado que...", " se acuerde de..."," me diga que..." y etc, etc, etc; pero nosotros no decimos "da por sentado que...", "me acuerdo de.." y "quiero decirte que...".
(Des)Esperar es lo más facil. Lo más díficil es hacer algo por lo cual el otro quiera hacer ese algo por tí.
Es una pena, pero es verdad.